78. ENERO. Sempiterno. Tiene principio, pero no fin. 🍁

𝘛𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘴𝘰𝘮𝘰𝘴 𝘩𝘦𝘳𝘰𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘢 𝘱𝘳𝘰𝘱𝘪𝘢 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘴𝘪𝘯 𝘴𝘪𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘥𝘢𝘳𝘯𝘰𝘴 𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘢𝘭 𝘷𝘦𝘻 𝘴𝘰𝘮𝘰𝘴 𝘦𝘭 𝘮𝘢𝘭𝘰 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘥𝘦 𝘰𝘵𝘳𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢.

Escapar al mundo virtual y huir de la realidad. ¿Será que mis padres me incitaban hacerlo sin siquiera darse cuenta de ello?

Hay noches en las que mis sueños pueden parecer más una realidad que una fantasía. Desde el momento en que decidí ser firme en decir, “voy a estar bien. Ahora que estoy frente a frente conmigo mismo, podré darme la oportunidad de encontrarme una vez conmigo mismo, y más que nada, darme la oportunidad de confiar quizá, en los demás, confiar en mí.

Podía jurar que estaba dispuesto a escribir una historia realmente triste, pero justo ahora, siento la necesidad y ganas de escribir como como nunca antes lo había hecho. Gente nueva que he conocido y me dice, “Esteban, no pares de escribir, nunca”. Creo que la gente sabe de algo en lo que soy bueno.

Muchas cosas han cambiado en mí, por ejemplo, en vez de irme a aquellos lugares remotos y tomar mi bitácora para dibujar, he optado mejor por comenzar a colorear y ver la vida desde otra perspectiva.

Lector, no me quiero quedar con las ganas de compartirte esta historia realmente triste, y que quizá después de todo esto, tenga que ausentarme dos meses, tres meses quizá, o no sé, tal vez volver después de verano.

La historia que quiero contar es sobre un videojuego donde tú tomas las decisiones del personaje principal y donde cada una de estas tienen consecuencias. Este juego lo comencé a jugar en otoño de 2018 y hace menos de un mes pude terminarlo llevándome un nudo en la garganta.

Esta historia trata sobre dos hermanos, un hermano menor, llamado Daniel, y su hermano mayor, Sean. Ambos vivían en paz en Seattle, Washington. Un día, Daniel comenzó a ser discriminado por su vecino por tener parentesco con familia mexicana. Entonces, llega Sean a defenderlo generando cierta agresión física por parte del vecino. De pronto, llega la policía a intervenir a lo que desafortunadamente todo el drama y tragedia lo interpreta como un problema mayor. El policía saca su arma y los aprende pidiéndole a los tres tirarse al suelo. Pronto llega el papá de los hermanos a investigar y calmar los hechos, pero un paso en falso, el arma del policía termina disparándose asesinando al papá de los hermanos. Al instante, un estruendo sacude el área como si de una fuerza invisible se tratara destruyendo todo a su paso.

Daniel, el menor de los hermanos, cuenta con poderes especiales que le permiten mover objetos con la mente. Después de los sucesos, Sean decide poner rumbo hacia el pueblo natal de su papá, Puerto Lobos, México, e intentar poner a salvo a su hermano menor. De un día para otro, Sean, pasa a hacerse cargo de Daniel y velar por su seguridad y bienestar, además de enseñarle lo que está bien y lo que está mal. La telequinesis de Daniel es cada vez más fuerte, por lo que Sean debe sentar una serie de reglas que determinarían el destino de ambos y la vida de las personas que van conociendo.

En su camino por toda California, conocieron a un escritor quien escribió sobre el encuentro que tuvieron entre ellos. Mas al sur, obtuvieron una mascota a quien nombraron “mushroom”. Desafortunadamente su mascota fue asesinada por una bestia en un bosque. Tuvieron la fortuna de visitar a sus abuelos maternos recibiendo el calor de un hogar. Allí mismo, Daniel salvó a Chris, un niño de diez años quien estuvo a punto de caer al suelo desde un árbol. Después de huir y escapar de su morada, tuvieron que trabajar en un bosque para un exportador de marihuana, donde conocieron a un grupo de jóvenes aventureros. Al final de todo el viaje, en Arizona, se reencontraron con su mamá quien los había abandonado cuando pequeños eran. Cuenta la mamá que ella nunca estuvo preparada para ser madre, y que, por esa razón, decidió dejarlos y emprender un viaje por toda América.

La última decisión que te permite el juego, define el final de toda la historia. Depende de la moral y que tan alta sea ésta. El final puede ser tan trágico, como dramático. Poco feliz, incluso. La verdad es que la moral mas alta es darse por vencido frente a las autoridades renunciando a la oportunidad de poder cruzar a la fuerza por la frontera y comenzar una vida nueva en Puerto Lobos, México. Tal vez pude haber hecho eso, pero pensé mucho en él, en Daniel. Decidí por su bienestar sacrificando ese sueño de poder vivir juntos una vida nueva en Puerto Lobos.

Después de mi decisión, Sean es capturado y encarcelado por 15 años. Daniel, por ser menor de edad, vive toda su infancia con sus abuelos hasta terminar la universidad.

Casi al término de toda la historia, vemos escenas donde todos se reencuentran siendo adultos. Los hermanos se dan la oportunidad de visitar y acampar en aquel bosque donde alguna vez durmieron cuando huían de la policía. Sean, al darse cuenta de todo el tiempo perdido en prisión sin haber logrado cruzar a México, comienza a llorar en los brazos de su hermano.

𝗘𝘀𝘁𝗮 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼. 𝗘𝘀 𝗱𝗲𝗰𝗶𝗿, 𝗻𝗼 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗼 𝘃𝗼𝗹𝘃𝗲𝗿 𝗮𝗹 𝗽𝗮𝘀𝗮𝗱𝗼 𝘆 𝘁𝗿𝗮𝘁𝗮𝗿 𝗱𝗲 𝗲𝘃𝗶𝘁𝗮𝗿 𝗰𝗶𝗲𝗿𝘁𝗮𝘀 𝗰𝗼𝘀𝗮𝘀. 𝗟𝗼 𝘂𝗻𝗶𝗰𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗼 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝗲𝘀, 𝘃𝗶𝘃𝗶𝗿 𝘆 𝗮𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗲𝗿 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹𝗹𝗼 𝘁𝗿𝗮𝘁𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗿 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿, 𝘀𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲.

Ante momentos y vivencias con personas que de verdad quieres, el mejor regalo que pudiera otorgarte, es tiempo.

𝐸𝑠𝑡𝑎 𝘩𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑠𝑒 𝑙𝑎 𝑑𝑒𝑑𝑖𝑐𝑜 𝑎 𝑚𝑖 𝘩𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑜, 𝑝𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑎 𝑝𝑒𝑠𝑎𝑟 𝑑𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑢𝑣𝑜 𝑎𝑙𝑙𝑖  𝑐𝑜𝑛𝑚𝑖𝑔𝑜 𝑓𝑖𝑠𝑖𝑐𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒, 𝑛𝑜𝑠 𝑓𝑎𝑙𝑡𝑜 𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜 𝑗𝑢𝑛𝑡𝑜𝑠. 𝑌 𝑡𝑎𝑚𝑏𝑖𝑒𝑛, 𝑎 𝑒𝑠𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑛𝑎 𝑣𝑒𝑧 𝑙𝑒 𝑑𝑖𝑗𝑒, “𝑛𝑜 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑡𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎𝑟 𝑒𝑙 𝑗𝑢𝑒𝑔𝑜, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑡𝑒𝑛𝑔𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑟𝑙𝑜 𝑝𝑜𝑟𝑞𝑢𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑟 𝑠𝑖 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑜 𝑡𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎𝑟𝑎 𝑏𝑖𝑒𝑛, 𝑜 𝑚𝑎𝑙”.

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